¿De quién he de atemorizarme?

¿De quién he de atemorizarme?

El salmo 27 es una exaltación a la bondad de Dios, es una descripción gráfica de la vida de David, en él se encuentra una muestra de la confianza, de fe, de convicción y de seguridad que, al estar en las manos de Dios, lo que pueda acontecer alrededor de él no tiene por qué temer. Entre sus expresiones más significativas están:

“Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.”

Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto.

“Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá.”

“Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.”

Cuando la confianza está primero puesta en el hacedor de la vida, seguro aumentará su devoción, disminuirán los temores, y compartirá alegría, exaltara la magnitud de la grandeza de Dios, hará cesar la ira de sus angustiadores, seguirá el camino de rectitud y confirmara sus esperanzas al ver la bondad de Dios manifestada.

hemos pasado de una vida rutinaria a un cambio obligatorio inesperado, nuestro reloj diario dio un giro para el cual nadie estaba preparado. Desde la niña, el niño que va a parvularia hasta los Profesionales con actividades más significativas, todo cambio de un momento a otro, y quizás el menos esperado.

Pero hay que ser honestos, siempre estamos confiando en nuestros planes, tanto así que la expectativa de escuchar un plan perfecto de seguridad se encierra en tres palabras; “Quédate en casa”. 

Esto alarmó el descontento de muchos y despertó el rechazo de otros, pero aquí debemos preguntarnos ¿se solucionó todo.? 

Nada que el hombre planea para su supervivencia cumplirá la plenitud de sus deseos, por eso en todo el caminar del niño, el joven, el adulto y todo ser viviente debe buscar ante cualquier circunstancia el hacedor de la vida. Y esto no se enseña en la escuela ni en los círculos de amistad, ni estará con énfasis en las redes sociales, esto dependerá siempre en el seno de la familia, el hogar en donde Dios quiera habitar.

La paz de Dios reine en su corazón.

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