Cuando nos equivocamos


Solo me levante a media noche a escribir exactamente sobre esto: “cuando nos equivocamos”, rara vez lo hago con premeditación. Siempre busco una frase sobre algo que podría hacer o que podría ayudar a otros, sin especificar quien o quienes, es mi práctica diaria de escritura y aun me pregunto porque desde niño me gustó escribir hasta pequeñas locuras, ahora lo hago con más placer. (si quieres continua, son 3 paginas)
Pero suele pasar que, si nos equivocamos en cosas sencillas, y no corregimos mucho más difícil será para aquellas acciones que son más complejas y que afectan a otros directa o indirectamente. Fue ahí donde recordé que el Presidente Nayib Bukele pidió disculpas por las decisiones equivocadas qua habían tomado y por los errores que habían cometido en medio de la pandemia COVID-19. Textualmente dijo: “Quiero pedir disculpas por el atraso” … Con esto consiguió el cese de críticas fuertes de su oposición y gano más confianza entre la población, que entre las redes se vislumbró la defensa a su presidente y el esfuerzo que hace por mantener controlada la pandemia.
Y podría seguir argumentando lo bueno y lo reconocible como un buen líder de parte del presidente, pero no es el objetivo, más bien la reseña tiene sentido por la acción de ´pedir disculpas por los errores cometidos y esto en un corto tiempo.
En la escritura encontramos líderes y siervos de Dios que no usaron su envestidura como motivo para gloriarse, o enseñorearse del pueblo, o hacer prevalecer su autoridad a toda costa, pues ellos conocían que todo conocimiento y poder viene de Dios, por ello siempre buscaban hacer la voluntad de Dios y no la suya propia.
José hijo de Jacob (Génesis 37-50)
Bien pudo ver olvidado de donde era su origen, y adoptar un estilo de vida nuevo en una cultura nueva, pero decidió que cada circunstancia en que se encontraba sacar provecho y beneficio para él, pensando en su familia. Olvidò las ofensas que sus hermanos le causaron y decidió acordarse de ellos en el momento más crítico y cuando más lo necesitaban, - Expresa: “Porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros.” y sobre todo su fidelidad a su Dios fue siempre.
Moisés hijo de Amram y Jocabed (Éxodo)
Moisés, el libertador profetizado, él no podía escapar de la tarea para la cual había nacido entre los Israelitas, pero su niñez y juventud podían cambiar el rumbo de su vida. Interesante que toda su formación personal es egipcia, pero su corazón estaba más dependiente del Dios no conocido, por eso es que las habilidades humanas bien podían servirle de tropiezo para sacar a Israel de la esclavitud… pero realmente por sus venas corría sangre de líder escogido.
Decidió abandonar la gloria terrenal para darle la gloria a Dios, entre sus frases más representativas: “!!¡Ay, Señor!  nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.”
Moisés no solo saco al pueblo de esclavitud de Faraón, también fue el mediador de Dios hacia el pueblo para que se condujese a la tierra prometida, el único error que se denota en su trabajo es que él quería hacer todo, pero su suegro Jetro le dijo que preparara guías para que hicieran el trabajo en grupos.
Samuel, el hijo deseado (1 Samuel 9, 10, 11)
(La oración equivocada)
A pesar que la historia de nacimiento de Samuel es tan perfecta que perecía que lo humano nunca pasaría, Samuel es la evidencia perfecta para demostrar que las equivocaciones están hasta en las personas menos pensadas. Cuando Israel pide rey y Dios le envía a Saúl, Samuel se sintió complacido y lo unge como rey, pero más adelante se da cuenta que Dios estaba dando respuesta a la mala oración del pueblo: (1 Samuel 10:17-19) "Después Samuel convocó al pueblo delante de Jehová en Mizpa, y dijo a los hijos de Israel: Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: Yo saqué a Israel de Egipto, y os libré de manos de los egipcios y de manos de todos los reinos que os afligieron. Pero vosotros habéis desechado hoy a vuestro Dios, que os guarda de todas vuestras aflicciones y angustias, y habéis dicho: "No, tú nos darás un rey". Ahora, pues, presentaos delante del Señor por vuestras tribus y familias."
Cuando Dios no decide, los resultados son diferentes, y no satisfactorios.
David, el deseo de construir templo a Jehová
Después de que David había ganado muchas batallas, en gratitud a su Dios, le dice al profeta Natán que él quiere hacer una casa permanente a Jehová donde el habite y ya no esté en tabernáculos como lo había hecho Moisés en el desierto. - la respuesta de Dios, es contundente: (2 Samuel 7:12-13) Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.
El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.

Comprender y hacer la voluntad de Dios es tarea de todos, pero es necesario reflexionar en cuatro aspectos, por lo menos, basado en estos ejemplos expuestos:
1.    Como ha estado nuestra fidelidad
Esto implica hacer un examen de conciencia, la condición en que se encontraba José era de convicción y seguridad de que Dios lo estaba guiando y hablando a cada momento en todas las circunstancias que pasaba, eso lo llevo a tomar las decisiones correctas… vale la pena hacer énfasis que literalmente se encontró abandonado por sus propios hermanos, pero su confianza estaba puesta en Dios.

2.    Fíate de Jehová de todo tu corazón
La duda o la confianza en las habilidades o conocimiento humano, no siempre son las perfectas. Moisés no era un orador, podía todo lo de ingeniería civil y/o arquitectura, pero lidiar con personas no era su fuerte, pensaba que él no podía entender a un pueblo tan grande… Pero la promesa de Dios lo llevo a ser el hombre más comprensivo y líder que un pueblo podía tener.
3.    Escucha la voz de Dios
Samuel no había entendido el mensaje de Dios, hasta que vio quien realmente era Saúl. Escuchar la voz significa atender y descifrar el mensaje muy detenidamente antes de actuar, sumado a eso corregir adecuadamente.
4.    Atender las decisiones de Dios
Toda voluntad de Dios es perfecta, siempre y cuando comprendemos el mensaje que nos está enviando a través de la circunstancia, o la realidad que experimentamos. Significa que las decisiones de Dios van enfocadas en ver nuestro esfuerzo y convicción por hacer su voluntad y no la nuestra, corregir lo equivocado y reflexionar sobre lo que vemos mal que afecta a la mayoría y poner atención como hizo Jesús cuando le seguía la multitud, entendió que querían ver milagros.
El caso de David y el deseo de hacer templo a Jehová, sirvió para que Dios le declarara que estaba congraciado con él y le permitiera un hijo que le cumpliría los deseos de su corazón, y que padre no quiere que su hijo le cumpla sus sueños.

Así pues, cuando nos equivocamos, no existe una manera más apropiada y perfecta de reconocerlo que simplemente expresarlo con sinceridad de corazón, escuchando la voz de Dios e ignorando más la nuestra.

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