Un nuevo orden social y religioso
Y aquí me encuentro yo, “sí yo”, pero no el yo que usted
piensa, sino más sobresaliente que se antepone a la realidad, que, aunque la generación
contemporánea le está costando mucho trabajo asimilar, (si gran parte de esa generación
que sufrió guerras, que emancipó desigualdades, y se sobrepuso de una manera
tal, que, habiendo pasado la guerra, sigue pensando a la defensiva). Que con el
fin de aumentar la seguridad de lo que es, cuestiona su identidad, su razón de
existencia, entrando a su mente para buscar un motivo que lo haga desistir de lo
que es (o de lo que dice ser) y tocando su ego casi siempre logra el objetivo; desestabilizar
su comportamiento normal y haciéndole sentir débil o aludido, aludida, para
luego causar una reacción no proba. Además de ser circunstancial aparezco en
cualquier área de la vida y sociedad y ahora con más énfasis, ya que la
existencia del conocimiento ya no es para un grupo reducido, de hecho, nunca lo
ha sido, pero al siglo que vamos los ojos están puestos en todo y todos en uno.
Apareció la tecnología, el internet, los medios
digitales, la gran nube de herramientas para facilitar el trabajo; para manejar
a la información rápida y de muchas fuentes. Los que se prepararon para
recibirla ahora están ahí controlandolo todo, preparando a otros para seguir avanzando,
visualizando quien va a la cabeza de todo este ramaje de un nuevo orden social
y religioso y con ello las corrientes de pensamiento político-económico, una combinación
perfecta; la suma de ideas de diferentes corrientes, pero con un objetivo específico:
“hacer cumplir la justicia social”, ¿será cierto? ¿justicia Social?, pero ¿qué
tiene que ver eso con la religión? Y ¿Qué tiene que ver con la historia anterior?
Justicia social es lo que toda sociedad ha buscado desde
los orígenes de la humanidad. ¿Cuál ha sido la aportación de cada individuo? ¿porque
este concepto no se cumple y no se avance en ello cada día? Y si se avanza, ¿Por
qué en la diversidad religiosa lo que causa en realidad es pleito y abuso? Por la
religión unos mataron, y los que murieron por esa causa aun sin comprender cuál
fue su culpa, pero también por corrientes ideológicas muchos murieron y seguirán
muriendo. Pero aun ahí la causa de acción de matar no ha sido la corriente de
pensamiento ni la religión misma sino más bien, la herencia que recibimos casi
todos los seres humanos, sin importar las circunstancia; ricos, pobres, creyentes
y no creyentes, sabedores o ignorante.
Si esa herencia de querer más y más, aún, aunque no
seamos capaces. La lucha por el poder y dinero se ha mantenido creciendo cada
vez más, si no se tiene dinero, - pues porque no tengo, si se tiene – por qué
hace falta, si es religioso, -el dinero responde a todo, si no lo es – el dinero
es mi dios.
El poder de dominar, que otros dependan, que la
dependencia es una regla inequívoca; no se puede cambiar.
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